Los Demás y Tomás

2012 / 06 / 02 - El Comercio

El Mieres que heredamos de la generación que nos precedió era un Mieres en armas: el espíritu de las huelgas del 62 flotaba en el aire –los tiempos estaban cambiando- y sabíamos que nada en adelante iba a ser igual. Pero, también, era un Mieres lleno de ganas de diversión y de perres. Y, sobre todo, de música. Las bandas de los barrios se dividieron entre los Beatles y los Rolling. Algo tan simple que, los que éramos algo más pequeños –sólo un poco-, por diferenciarnos, nos hicimos de cualquier otra historia. En mi casa había tocadiscos (todavía se llamaba pick-up) y pasábamos, sin pudor, de Eddie Cochran, a Paco Ibáñez y a Diamantina Rodríguez. Con el tiempo fuimos escuchando más música, nos olvidamos de Paco Ibáñez -que fue más producto de la época-, pero le seguimos siendo fieles a aquella otra música con la que dejamos de ser jóvenes y nos sentimos diferentes. La música de Mieres: Diamantina era del barrio de San Pedro; Cochran podía haber nacido en Santa Marina.

Los Demás, y todos los demás, nos hemos quedado huérfanos esta semana con la muerte de Tomás. Huérfanos de amigo, la más cruel de la orfandades.