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Renovarse o morir

2009 / 12 / 05 - El Comercio

Renovarse o morir

El Concurso de Canción Asturiana Cuenca del Caudal acaba de arrancar esta semana pasada. Hoy sábado tendrá lugar su segunda semifinal desde el salón de actos del Hogar de Jubilados y Pensionistas de Returbiu, en el concejo de Mieres. Tras la conclusión de las cinco semifinales, el mes de enero acogerá la semifinal femenina y la masculina, que se llevará a cabo desde el Auditoriu Teodoro Cuesta de Mieres.

El lema de los organizadores del Concurso Cuenca de Caudal bien podría ser el de “cambia para mejorar”. A lo largo de las pasadas ediciones su inquietud les ha llevado a ir incorporando novedades año tras año. Algunas de ellas han arraigado, como el pago a todos los cantantes que participan, y otras han llegado para quedarse, como la creación de un apartado de tonada de autor o tonada renovada.

A primeros del siglo XX un grupo de compositores clásicos, influenciados por la corriente del Nacionalismo Musical, comenzaron a trabajar conjuntamente con algunas de las voces más representativas de la tonada asturiana del momento. Los compositores fueron Víctor Sáenz, Teodoro Cuesta, Anselmo González del Valle, Baldomero Fernández, Manuel del Fresno, Eduardo Martínez Torner, Francisco Rodríguez Lavandera, Juan Martínez Abades y tantos otros. Las primeras voces que incorporaron a su repertorio estos temas nuevos o estos modernos arreglos fueron las de María la Pita, La Busdonga, El Maragatu, Cuchichi, Miranda… pero inmediatamente se extendieron a otros grandes del tiempo como Xuacu’l de Sama, Botón, Claverol, Quin el Pescador, El Polenchu de Gráu…

Aquellas nuevas tonadas siguen interpretándose. Aquellos arreglos de tonadas tradicionales siguen reelaborándose de voz en voz a todo lo largo del siglo hasta llegar a nuestros días. Apenas tienen cien años de vida muchas de ellas, pero la belleza de aquellas composiciones permitió que se acabaran por convertir en algunas de las tonadas más identificativas de la música asturiana.

El siglo dio a conocer a otros compositores –menos que los surgidos en aquellos primeros de siglo- y a otras voces que se atrevieron a incorporar nuevas tonadas. Muchos de ellos, como El Presi, por su afán trasgresor, no vieron reconocido su esfuerzo dentro del ámbito de la tonada más purista. Por el contrario, contaron desde el primer momento con el beneplácito del público.

En estos primeros años del siglo XXI vuelve a darse una gran colaboración entre músicos y compositores y las grandes voces jóvenes del momento. Un caldo de cultivo excelente para que vuelva a producirse un fenómeno similar al generado cien años antes. Seguramente en un resultado que bien poco tendrá que ver con aquel tiempo. Las influencias musicales son diferentes, como los gustos, como la manera de interpretar. Con todo, los años hablarán a favor o en contra de los cambios que se produzcan.

El apartado de tonada de autor del Concurso Cuenca del Caudal, tonadas originales en letra y música, fue ganado en la pasada edición por Liliana Castañón, obteniendo el segundo lugar Chucha de Nembra. Una voz con poco más de veinte años al lado de una de las más consagradas. Se trata del mejor de los síntomas.

El fado y el flamenco son dos géneros que han sabido hacer suyo el lema de renovarse o morir. Voces jóvenes ponen al día las viejas canciones y, también, incorporan otras nuevas. No sólo hacen temas siguiendo las estrictas normas de la tradición, sino que también incorporan los nuevos aires que llegan de las músicas del mundo. El cant d’estil valenciano o el sean-nos irlandés no han sabido cambiar con los tiempos y sus últimos intérpretes, de edad muy avanzada, posiblemente sean los últimos que se acerquen al género de una forma no anacrónica.

Asturies es una comunidad musical más pequeña que la que alberga el fado o el flamenco. Pero su movimiento musical es algo único en Europa. Una nueva generación ha dado el relevo a los viejos gaiteros y acordeonistas y ha centuplicado su número. A menor escala –por las dificultades del género- esto mismo está ocurriendo en la canción asturiana. Para hacer frente a ello, el Concurso Cuenca del Caudal también incorpora en sus bases atender la tonada joven, para menores de dieciocho años.

El futuro, que llama a las puertas. Y es obligado abrirlas.




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