El Alcalde de Zalamea
2009 / 08 / 18 - La Nueva España
Los de la SGAE están pensando muy seriamente cobrar a los de Carabanzo por el grito celta que lanzan los astures cuando atacan a lo romanos. Es una fiesta de broma. Pero la SGAE es una empresa muy seria y no entiende de bromas. Al parecer el “ixuxú” guerrero tiene tres notas musicales. Los buenos gritadores puede llegar hasta cuatro o cinco. Con tres notas es suficiente para ser considerada obra musical. Y cobrarse derechos de autor por su emisión. Le pasa lo mismo al “i-u-i-u” de la ambulancia, al “pirubí-pirubí” de la sirena de la policía, al “pi-pi-pi” de la marcha atrás del camión de la basura y al “din-don-dan” de la puerta del ascensor cuando se abre. Todo son grandes obras musicales.
Y los del pueblo de Zalamea se enfadan porque les quiere cobrar la SGAE con carácter retroactivo por representar la obra de Calderón de la Barca. Es genial la historia: el argumento refleja la lucha del individuo contra el poder establecido. En la obra, el personaje de Pedro Crespo tiene las santas narices de prender, juzgar y ajusticiar al capitán del ejército Álvaro de Ataide que, de paso por el pueblo con sus tropas camino de Portugal, roba y ultraja Isabel, la moza más curiosa del pueblo. Pedro Crespo, como alcalde, no tiene competencias de justicia sobre un militar y, mucho menos, sobre un noble. Pero, aún así, como dicen aquí “un paisanu ye un paisanu, aunque-y pegue la muyer”: una vez prendido y juzgado, le da garrote. Al final, en una escena memorable, interviene nada menos que Felipe II. La máxima autoridad. Y, ante la sorpresa general y el aplauso del público, revisa la sentencia y la ratifica nombrando alcalde perpetuo de Zalamea a Pedro Crespo.
La SGAE es lista. Mientras desvía la atención de los medios hacia tonterías como ésta nos olvidamos de lo que realmente hay detrás. Lo que ocurre con Asturies ye sangrante. Les cobran a los que organizan concursos de tonada por cantar tonadas que son de la época de “El alcalde de Zalamea”. Como a los que organizan un encuentro de gaiteros. O una muestra de bailes del país. O por las pandereteras de ochenta años que acompañarán a Xose Ambás el próximo sábado en Miruxeo. Son insaciables. Y luego tienen los santos cataplinos de presentar el número 100 de su colección Sello Autor, marca discográfica de la SGAE. ¡100 discos de música española y ni uno sólo de ellos dedicado a música asturiana! ¡100 discos de autores españoles y ni uno sólo para un autor asturiano!
En fin, que lo que se concluye de todo esto es que nos hace falta un Felipe II. Además de un buen alcalde de Zalamea.