A mediados
2008 / 08 / 20 - La Nueva España
El verano es de las revistas de corazón. Playas, besos y revolcones. Nos gusta porque nos recuerda nuestra política municipal. Mientras más patético sea el personaje más páginas ocupa. De revista del corazón es el culebrón de Corvera. Aquellos de los que nos reímos tanto, vuelven. Le dieron un golpe de estado a su último alcalde. Regresa al poder “ún de Les Cuenques”. Acompañado, claro, de mucho músculo y poco cerebro.
Pánico en Mieres. En la columna de Ricardo Montoto de La Nueva España se cuela que soy el secretario general del PP. Varios amigos me proponen para alcalde. Se nota que son amigos. Además de constructores. Les digo que no es el momento, ahora no se construye nada. Me dicen que siempre hay algo que construir. Aunque solo sea un campo de golf. Uno de pocos hoyos en La Mayacina, por ejemplo. En fin, que lo dejamos para otras elecciones. Siento desilusionar a mis electores. Y a mis amigos constructores.
Aprovecho el tenis playa de Lluanco para irme de botellón. El tenis playa es una idea genial y por eso funciona. A falta de más ideas geniales, nos queda el botellón. En la parte alta del parque, frente al polideportivo, el volumen de meadas hizo resurgir el pequeño lago que constaba en el proyecto original. Al amanecer, evaporadas las meadas, quedaban los grumos de las vomitonas. De la zona de la playa ni hablo. Al día siguiente había poca gente. Jode poner la toalla sobre “mexos, voltures y chirlotaes”.
Marcho de mercadillo a Cabezón de la Sal. Me llama mi hermano Gonzalo. En uno de los puestos habituales aparecen fotos, correspondencia, documentos y libros de la familia mierense de Justo Vigil. Mi hermano ya tiene negociado un precio conjunto. Dos maleteros de coche cargados hasta arriba. No pregunto cómo llegó todo hasta allí. Cartas de implicados en el 23F, notas y libros sobre la Alemania nazi, partituras manuscritas de Torner, dibujos y retratos de Carmina Vigil, libros de oraciones de Elena Vigil…
Bajo al festival de teatro Mérida al estreno de “Edipo Rey”. Producción del festival que sólo se verá allí. Por decorado el propio teatro. Los actores llenan la escena. Se nota la mano de un magnífico director. Mientras tanto llueve en Mieres y está gris como si fuese otoño entrado. Cenamos antes de irnos en el Vendevinos. Lección magistral de Isa sobre como se tira la cerveza. Jura que es un arte, como el de la sidra. Por eso todo el mundo bebe vino. Bueno, menos yo, que me gusta la cerveza que no se tira, la que queda en el vaso.