Chigres y demás para estas fiestas
2013 / 12 / 22 - La Nueva España
Lo de menos es la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Y la cena y juerga de Nochevieja. Lo peor es todo lo que se acumula para esas fechas. Todo se celebra. Todo se festeja. Jueves 5, comida. De carácter conspirativo. En El Molín de Valdés. Como era conspirativa, digo dónde comimos pero no quienes comimos. A la noche, cena y música de salsa. Para celebrar la Constitución. Que era al día siguiente. Y que también celebramos. Qué casualidad, encontramos a unos amigos. De los exiliados que regresan a casa por estas fechas. Había que celebrarlo. Quedamos para el día siguiente. Para cenar. Pero tuvieron otro compromiso y no pudieron venir. Como nosotros ya estábamos para ello, cena de celebración de mi santo. Que era al día siguiente. La Inmaculada Concepción. En el DNI soy Ismael María. En la partida de nacimiento, Ismael María de la Inmaculada Concepción. Es lo que tiene ser de familia noble. De Teberga, claro. El domingo, con esa disculpa otra vez, a Teberga a comer. A La Chabola. Aparece en la Guía Michigrín. Una pregunta retórica: ¿A qué no sabéis por qué no sale ningún chigre de Mieres en esa Guía? Los autores presentaron el libro el otro día la Guía en La Pilarica. Y lo contaron. Tampoco sale ningún chigre de Lena, Morcín y Riosa. Sí salen chigres del resto de Les Cuenques. El lunes 9, también fiesta. Comer en un kebab, ir al cine y cenar un yogurt. Para empezar la semana en plan formal. El martes, trabajo fuera. Mucho coche y muchos kilómetros. Dos días a dieta. No me lo creo.
El miércoles 11 no era fiesta, pero la hicimos. A celebrar que el Sindicato de Intelectuales del Pitu con Licencia de Armas (SIPLA) se retractaba de haber puesto una multa por no entender asturianu. Ahora manifiestan que ellos son los grandes defensores de nuestra lengua. En las redes sociales la historia se convirtió en un chiste fácil. El jueves, Nochevieja en Salamanca. Os lo juro. El guaje marchaba con los amigos. Los estudiantes celebran la llegada del nuevo año con veinte días de antelación. Porque luego, en Nochevieja, cada uno está para su pueblo. Y, el viernes 13, aprovechando que era viernes y que era 13, fiesta en Mieres. Tranquilina. Sin mucho aquel, porque al día siguiente era el concierto de la Orquesta de Cámara de Siero. Mihalis Stavrakakis marchaba después del concierto para Madrid. En el Alsa de la dos de la mañana. Había que pinchar algo hasta la hora del autobús. Reinauguramos El Alberto, que ahora se llama Sidrería Santa Bárbara. Y retirando después, porque el domingo era el Festival de Navidad en beneficio de Cáritas en La Felguera. Por la mañana. Y tenía comida detrás. Y vuelta a cenar yogurt. Con el propósito de empezar bien la semana. Pero el lunes me llamó una prima de Mallorca. Es abogada y tenía un juicio en Uviéu. La gente que, a pesar de la crisis, se sigue divorciando. Comemos. Y digo adiós a los buenos propósitos del lunes. Tomo tres días de descanso. Le dio a una amiga un infarto y, a este ritmo, voy detrás. Intentaré que no, porque sin mí las Juntas de Personal del Ayuntamiento de Mieres iban a ser muy aburridas. Los del Sindicato ése que dicen que no trabajo nada. Calcula: un sindicato denunciando a un trabajador. Vaya banda. Engordé tres kilos. Como si esto no requiriese esfuerzo. Voy a ponerme a hacer ejercicio. Además del ejercicio de reírme. Que me dice el médico que es el que más músculos mueve.