Ir de setes

2013 / 11 / 14 - La Nueva España

Aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid y que el Betis mío del alma le iba a cantar las cuarenta al Barcelona –por citar dos tonterías más grandes que las que estamos habituados en Mieres. donde las posibilidades de hacerse célebre por una tontería son ilimitadas-, marché de setas a Rascafría, en la sierra que une Madrid con Segovia. Un ejercicio muy sano y recomendable para empalmar este fin de semana con las jornadas que organiza La Pardina en Mieres y que llevan realizándose de manera ininterrumpida 22 años. Entre sotos y pinares, con más coches aparcados en los arcenes que en el Bernabéu en el partido del Real Madrid y con más gente con la cestina correspondiente que el día de la inauguración de las rebajas de enero, a cero grados de temperatura y a más de mil metros de altitud, todo lo más que conseguí fue ver un par de setas. Hasta que llegamos, como no podría ser menos, a unos de los restaurantes del lugar donde había para comer revuelto de senderuelas, carpaccio de setas blancas, sopa de ajo de trompetillas y judiones de La Granja con boletus. A esto es a lo que yo llamo ir de setas. Sobre todo si, de entrada, lo unes a un Ribera del Duero, una tapa de queso de El Paular y unas asadurillas -encebollado de hígado y pulmón-. La cuenta para mi colesterol, que lo tenía un poco descuidado esta temporada. Un ejercicio sano y recomendable para disfrutar panza arriba, en un lugar lo suficientemente apartado como para no haber cobertura y no tener que estar pendiente de los correos, tuits, fotos en instagram y mensaje s al facebook que me llegaron este fin de semana por motivos ajenos a que el Pisuerga pasara por Valladolid, a que el Betis fuera a ganarle al Barça o al hecho de que todas las setas son comestibles –algunas sólo una vez, como recuerdan los expertos.Después de estos días de relax, vuelvo a Mieres. Sin comentarios. Sí, en serio, sin comentarios. Ya sé que, lo normal podría ser que hiciera algún comentario sobre alguna de las tonterías que se hicieron célebres la semana pasada. Pero, estuve en Segovia, donde tontería, en el castellano viejo segoviano, se dice asnada y, como comprenderéis, no quiero marear la perdiz que ya bastante se marea ella sola de tantas vueltas que da sin hacer nada. Qué palabra guapa esa de asnada. Como macana, en el castellano lindo de Argentina. Para hablar de lo mismo. La cantidad de sinónimos que tiene el término tontería. Será que se hacen muchas.

Insisto: para no tener que hablar de lo mismo, este fin de semana otra vez a setas. Es tiempo de seronda y, a pesar del agua, me dicen los amigos que pueden encontrarse sin mucho esfuerzo pardines, carapuchos, setes del rayu, llingües de vaca, mataparientes, oreyes de Xudes, peosdellobu, pies azules, setes del sapu… y, si tienes algún problema con alguno de esos nombres, la gente de La Pardina son tan amables que te pueden decir hasta su nombre en latín. Aunque suene a coña. Es verdad.