Blo

< P'atrás  |   P'alantre >


Negociando el convenio

2013 / 04 / 09 - La Nueva España

Negociando el convenio

Los tiempos cambian. Ya pasó de moda lo de que te llamen al despacho y tu secretaria diga: “Está reunido”. O, más etéreo: “Está llevando a cabo unas gestiones”. Yo he encontrado una disculpa más ridícula, pero más efectiva. Estamos en primavera. Empieza a dar el solín por las terrazas. Apetece desaparecer un rato y que nadie te localice. La disculpa por si preguntan por mí: “Está negociando el convenio”.

Y resulta que se trata de una buena disculpa porque la puedes emplear en primavera, en verano y en otoño. Y, este año, tal como pintan las cosas, seguramente también en invierno. Los convenios en los ayuntamientos de les cuenques siempre fueron raros. Más bien, diferentes. Un convenio colectivo de trabajo, por definición, en un contrato que se establece entre los sindicatos y la empresa. Pero, en nuestro caso singular, los representantes de la empresa también son sindicalistas. O, mejor decir, exsindicalistas. A mí me tocó ver concejales recién nombrados que una vez atravesado el umbral del Ayuntamiento sufrieron una transformación mayor que la de San Pablo. Ya lo dice el refrán castellano: no hay peor cuña que la de la misma madera. Conclusión: negocian y negocian y vuelven a negociar. Como los peces del villancico más ridículo de nuestro folclore musical, que beben y beben y vuelven a beber Y, tal como están los ayuntamientos de perres en este momento, llegará diciembre y no habrá nada de nada. Bueno, salvo el tiempo negociando. Y la posibilidad de tener un año entero para usar esa disculpa.

Me levanto tarde y llego tarde. “Nada, que estuve negociando el convenio”. No necesito dar más explicaciones. Aunque no miento. Se trata del convenio con mi mujer. Que si pones tu el desayuno, que si lo pongo yo. A media mañana lo mismo. “Salgo un momento que tengo convenio”. Como haga sol ya ni se te ocurre volver. Y tampoco mientes. Que si me tomo un café, que si ya es la hora de una caña. Que si está frío para terraza, que mejor fuera para poder echar un pitu.

En el fondo, estamos negociando convenios a cada paso de nuestra vida cotidiana. Un convenio entre trabajadores y empresarios tendría que ser algo más serio. Pero, ye lo que hay: tenemos los representantes que tenemos, tanto al frente de los sindicatos como de la empresa. Y no soy de los que piensen que las cosas van a peor. Todo lo contrario. Para superar a un concejal anterior de personal que tuvimos, tendrán que pasar muchos años. Y, ni te cuento, en el bando de enfrente: para superar a algunos de nuestros excabezaleros sindicales tendrán que pasar lustros. Aunque algunos de sus sucesores, no te creas, se esfuerzan. Y con convenios como el presente, tengo miedo que lo consigan. Hablamos en diciembre. Mientras tanto, si preguntas por mí: “Toi negociando el conveniu”.




<< Volver al llistáu