Patrimonio
2012 / 02 / 21 - La Nueva España
El día que cumplía 50 años declararon patrimonio nacional a un semáforo. Era el primero que se había puesto en Nueva Zelanda. No es nada de otro mundo. Pero tampoco tienen cosas mucho más viejas en el país. En Estados Unidos lleva años pasándoles lo mismo. Como lo más antiguo que tienen es del otro día declaran patrimonio cosas que aquí siguen en uso y sin darles la más mínima importancia.Todo lo contrario, en Gales hace unos meses les pasó un cosa simpática: le hicieron la prueba de carbono 14 a una cuadra. No fue por equivocación. Antes le habían hecho un prueba de ADN al maestro de un pueblo y resultó ser pariente directo de un cadáver momificado que había aparecido en una turbera y que había sido enterrado cinco mil años atrás. A la cuadra le pasó lo mismo. Un poco menos. Resultó que se había levantado sólo unos quinientos años antes de nuestra era. A partir de ahí, el listo del responsable de cultura del país abrió expediente a todas las cuadras y están a punto a punto de declararlas a todas patrimonio nacional. Lo que puede sonar a broma, pero aquí en Asturies ya hace años que hicieron lo mismo con los horreos y las paneras. Con todos. Y, ¿cuál es el problema de haberlos declarado patrimonio a todos? Que ya se pueden ir cayendo, porque son muchos y no hay perres ni ganes para tantos.
Después de lo de los horreos y paneras, corrimos un serio peligro de que el listo de cultura de turno no le diera por meter en el mismo cajón a todas las cuadras, les curripes, los payares, los molinos, los palomares y demás. Porque a la mayoría de ellos, si se les hace la prueba del carbono 14, se asustan. Y si nos los protegen con la misma ley de protección que a los horreos y las paneras, vamos guapos.
Mieres, en cambio, es un buen ejemplo de todo lo contrario. Aquí, aparte de los horreos y las paneras por la ley general, no sé de ninguna otra cosa que esté protegida. Y si estuvo protegido, seguro que ahora es un edificio. O está cayendo. En las guías turísticas aparecen un par de iglesias románicas, pero son de broma. La de Uxo es un remedo falso del original. De la de La Rebollá apenas queda el monigote que se suele poner en los carteles del Antroxu. Menos este año que se puso la caricatura de un ex concejal. Y, si hablamos de piedras, por alguna parte quedan cuatro que pertenecieron a la iglesia de San Xuan original, la que había antes en el lugar de la de ahora con pinta de tarta de queso. Que, todo junto, hace que lo más interesante patrimonialmente que acabaremos teniendo será el semáforo del cruce de Santuyano. Bueno, y les cuatro piedres eses que por algún sitio andarán.