Fútbol y política
2012 / 01 / 31 - La Nueva España
Los delegados asturianos al congreso del PSOE apoyarán a Rubalcaba. Conclusión: descarado que gana Chacón. Asturies en política es un barómetro único. Solo hay que mirar las hemerotecas. La Chacón inició la campaña con una cara más triste que otro poco. En eso, vino por Asturies. Supo de primera mano los pocos apoyos con los que iba a contar aquí. Marchó dando saltos de alegría. Si estos apoyan a Rubalcaba, Rubalcaba es un cadáver político. Esto viene a ser desde entonces el lema de campaña de Chacón y lo que oculta detrás de su sonrisa. Por un razonamiento simple: si este PSOE, el de Asturies, el más triste de España, representa a una parte del PSOE, igual de triste, en toda España, alguien tiene que acabar representando a la otra parte. Y esa soy: la Chacón. Porque si los representantes de este triste PSOE ganan el congreso, tenemos Rajoy para otros cuatro años por lo menos. Calculo de votos que obtendría Rubalcaba en las próximas elecciones frente a Rajoy: réstale los que se morirán en estos cuatro años, los que colocarán a un familiar o a sí mismos gracias a los que gobiernan, los que simplemente se cambiarán de partido y los que dirán una y no más Santo Tomás. O sea, obtendrá menos. Y, con todo, los de Chacón tampoco lo tienen como para echar las campanas al vuelo. Aunque, la Chacón, por el simple hecho de no ser el Rubalcaba, ya tiene mucho ganado. Calculo de votos que obtendría Chacón en las próximas elecciones frente a Rajoy: a los que ya votaron a Rubalcaba porque votan lo que sea con unos cuantos de los que no lo votaron pero votaron a Zapatero y piensan que Chacón va a enterrar para siempre a toda la quinta de zapatistas, menos en Asturies donde estos seguirán mandando para servir de ejemplo de barómetro único. Tampoco un número como para ganar las elecciones. A no ser que Rajoy lo haga rematadamente mal, que tiene todas las papeletas para ello. Chacón no es tonta y su lógica es aplastante: el día que me apoyen los de Asturies no tengo ningún futuro. Por ahora no me apoya, luego tengo futuro. A Rajoy se le ve sobrado. Puede dar la sensación de que le tiene sin cuidado la guerra interna del PSOE. No tanto. El apoya descaradamente a Rubalcaba, porque después del baño que le dio en estas pasadas elecciones, lo que se prevé para las siguientes de repetir éste como candidato puede ser clasificado de tsunami. Hasta tiene el santo morro de felicitar a Camps por salir no culpable. Sonriente y de traje. Por cinco votos a cuatro. Como en un partido Barça-Madrid. Rubalcaba es como Mourinho. Pierde y los suyos le dicen que lo hizo bien. Y él se lo cree. Vuelve a insistir. Y vuelve a perder. Y le volverán a decir que todo va bien. Y él, con lo que cobra y con lo a gusto que está sentadín en el banquillo, como para no creérselo. Cada día el fútbol se parece más a la política.