A la búsqueda del tiempo perdido
2012 / 03 / 03 - El Comercio
No sé si fue un buen resumen de todo lo que hay en el panorama musical asturiano, pero en el concierto los finalistas del Premiu al Meyor Cantar dieron lo mejor de sí para que lo pareciese. Abrió Xera. Con su folk electrónico característico. Continuaron la tropa de Macadamia. Buen sonido, pero un tema excesivamente largo para un festival. Siguió Bacotexo. El pop más divertido y más interesante. También hubiera sido buena apuesta por parte del jurado que hubiesen ganado. Alfredo González al piano, rodeado de una banda potente, dejó muy buenas sensaciones. Cerraron los de la Asturiana Mining Company y ganaron.
Les tocará defender su victoria y representar a la lengua asturiana en el festival Liet International. Será en diciembre y volverá a ser en el teatro de la Laboral de Xixón, donde tuvo lugar esta edición del Premiu al Meyor Cantar. Es un espacio obligado: pocas infraestructuras pueden albergar con su calidad un macro concierto como el Liet, donde intervendrán doce grupos en representación de otras tantas lenguas minoritarias europeas. Era conveniente hacer aquí este previo a manera de ensayo. Aunque sólo sea para corregir las deficiencias en guión: nada televisivo. Y en cadencia del espectáculo: lento. La baja audiencia registrada por la emisión televisiva debe más a estos defectos subsanables que a la calidad de la música.
La pasada edición del Liet tuvo lugar en Udin, capital del Friule, en el norte de Italia. En italiano la ciudad se llama Udine y es bien conocida entre los aficionados asturianos por su equipo de fútbol. La final fue retransmitida por TPA. La representación asturiana corrió a cargo de Skama la Rede. Hablé de ello en esta misma sección de El Comercio. La victoria se la llevó la representante de Frisia, en el norte de Holanda. Una balada clásica, con aires poperos minimalistas. En segundo lugar, el grupo de la República Udmurt, en las estribaciones de los Urales, en Rusia. Pop descaradamente comercial.
Atendiendo a estos resultados, el jurado de la presente edición del Premiu al Meyor Cantar no acertó. El pop, en lenguas minoritarias y mayoritarias, es el lenguaje más reconocido de comunicación. Las apuestas más folk y étnicas, las que llegaron desde Laponia o, como siempre, Irlanda, quedaron bastante relegadas en la votación. No tanto, no obstante, como la apreciación al rock radikal que representaban las propuestas vasca y asturiana. Solo los participantes croatas del sur de Austria se alzaron con el premio del público. Un premio siempre controvertido. La votación por internet y la propia del teatro donde se llevaba a cabo el concierto, es una muestra muy poco creíble.
“Si nun conoces Val.louta”, de la Asturiana Mining Company, es un tema más tradicional que folk. Sobre la estructura rítmica de un bail.le chanu –el son d’arriba que se interpreta en la zona de Babia, Teberga y Somiedo-, que acaba derivando en una tonada soberana, para regresar con toda la banda al ritmo ternario original, la canción habla de los puertos de la Cordillera Cantábrica y de los sentimientos de los pastores de esta tierra, trashumantes entre Asturies, León y Miranda.
No es pop, por lo que lo tendrá difícil en el Liet. Pero su puesta en escena, la sorpresa de la tonada tradicional en el medio de la canción y la voz de Berto Varillas, pudo llamar la atención del presente jurado, con lo que no es de extrañar que pueda sorprender al más internacional del Liet.
En buena medida, el Premiu al Meyor Cantar premia la apuesta de formaciones como la Asturiana Mining Company que devuelven el folk a su público natural: el que reconoce esta música como la propia de Asturies y que, por ello, es capaz de bailarla y disfrutar con ella sobre un escenario. Esto, que es lo más normal y natural en la mayor parte de los folklores, no lo ha sido en Asturies con la práctica de un folk de cámara (como se llamó a una especie de folk virtuoso con el que disfrutaron los músicos y se aburrió soberanamente al público) y la llamada música celta (que se terminó quedando en seña de identidad de unos grupos que nunca se vieron del todo reflejada en ella).
En esta recuperación del tiempo perdido, un buen número de bandines, y formaciones como Duerna (que con dos discos este pasado año no fue escogida ninguna de sus canciones) y la Asturiana Mining Company, devuelven al público asturiano las ganas de disfrutar con una música que les pertenece. Una música que no tiene autor, aunque las composiciones tengan la apariencia de nuevas.