Borjamari, Pocholo y Pachi Luis
2011 / 08 / 07 - La Nueva España
Borjamari, su señora y la perra comen en la mesa de al lado. Pidieron una cañita, un agua y una tapita de jamón. El perro y Borjamari dan cuenta del jamón. Ella hace como que bebe agua mientras mira por encima de las gafas de sol. Estamos en una terraza, bajo una sombrilla y está lloviendo. Lleva las gafas para que no se vea hacia dónde mira. Como mira por encima, todos nos enteramos. La perrita no tiene nombre, solo pedigrí. Es delgada y seca, como ella. Lleva el pelo largo, por detrás de las orejas, como él. Pero sin gomina. Cinco minutos más tarde llegan y se sientan a la mesa Pocholo, su señora y otra perra. La indiferencia de este perra hacia la otra parece estudiada. La otra tampoco se inmuta. Piden lo mismo. Jamoncito para el perro y para Pocholo. Agua para ella, que ni siquiera toca. No son de Mieres. Pero son idénticos a los borjamaris y pocholos de Mieres.Se sabe que son borjamaris y pocholos y que sus señoras son señoras de borjamaris y pocholos, por la traza. Cinco características los definen: los cuellos alzados del polo; cinco o seis pulseras baratijeras en la muñeca, una de ellas con los colores de la bandera de España; mocasines sin calcetines; el pelo engominado con gomina de las que marcan el rizo y el ondulado; y la cara de pijoaparte. Ellas tienen otras cinco: siempre llevan borjamaris o pocholos al lado a los que ni miran, ni hablan, ni hacen caso alguno; siempre llevan perro al lado de los borjamaris y pocholos a los que tampoco miran, tampoco hablan, ni hacen caso alguno; llevan gafas de sol para esconder su cara enjuta y remarcar su boquita de piñón; son de teta operada, poco ostentosa, pero evidente; y la cara de pijaaparte.
Borjamari habla con Pocholo y la señora de Pocholo con la señora de Borjamari. Frases rápidas. Muchas de ellas, hechas. Hasta que llegan a la mesa Pachi Luis, señora y su perro. Pachi Luis es un aprendiz de borjamari y pocholo, recién llegado al club. Es como ellos pero con barriga, con calcetines y con tres banderas de España encima: la del cuello, la de la pulserita y la del mocasín. La señora de Pachi Luis es una aprendiza de señora de todos los borjamaris y pocholos de este mundo. Pero en carne. También piden una caña, un agua y una tapita. Pero ella se tira como una posesa a por el jamón. Las otras dos la miran con desdén.
Estoy en Mérida. Hace un momento, por la tele, salió un borjamari del gobierno de aquí diciendo: “Una cosa es la libertad y otra el libertinaje”. Para intentar explicar por qué mandaron retirar una fotografía de la exposición “Camerinos” que podía verse por toda la ciudad. Son diferentes actores, en blanco y negro, en los momentos de intimidad del camerino. La foto del actor Asier Etxeandía mostraba el instante en que se preparaba para salir a escena a representar una escena del infierno de la “Divina comedia”. La foto fue considerada blasfema. La “Divina comedia” también lo había sido en su momento.
Mientras mis vecinos comentan la noticia y asienten por la decisión tomada, el perro de Pachi Luis aprovecha para cepillarse a la perra de Pocholo. La perra de Borjamari los mira incrédula. Diríase que extasiada. Habráse visto. Qué confianzas.