Las canciones que Manfer nos escribió
2011 / 05 / 14 - El Comercio
La idea no es nueva. Desde siempre los cantantes interpretaron temas de los poetas más conocidos. Y de los menos. Historias que contar y que cantar que hablan de un tiempo y de un país. Como las que recordamos de Raimon del tiempo de La Transición. Como las que seguimos cantando de Machado y Hernández a partir de las melodías de Joan Manuel Serrat.
En Asturies también hemos participado de ese fenómeno. Canciones tradicionales como “Soi de Verdiciu” o “Ayer me dixo to madre”, son de poetas tan conocidos como Marcos del Torniello y Teodoro Cuesta, respectivamente. Por más que la gente las siga interpretando y entendiendo como parte del repertorio popular, cantares que se dice son de toda la vida.
Desde los años setenta, poetas como Manuel Asur nos llegaron a través de las canciones de Nuberu y la voz de Chus Pedro. También nos ocurrió con Carlos Rubiera, que musicó sus propios poemas. Toli Morilla nos acercó muchos otros. Anabel Santiago nos acercó a Xuan Bello y a Lurdes Álvarez, entre otros. Y, más recientemente, los Hermanos Valle Roso, dentro del programa de actos de la Selmana de les Lletres, nos sorprendían con una modernas versiones de Berta Piñán, Esther Prieto y Alberto Caeiro (uno de los heterónimos de Fernando Pesoa).
Este año la Selmana de les Lletres estuvo dedicada al escritor Manfer de la Llera de quién, musicalmente, conocíamos algunos poemas a través de las versiones de Toli Morilla y Xabel. Ahora, de manera más extensa, su repertorio nos llega a través de la gran variedad de versiones que completan un disco en el que intervienen algunas de las voces y grupos más interesantes del repertorio asturiano, en una producción de L’Aguañaz, coordinada por Xune Elipe, voz de Dixebra y responsable de dicha productora.
El disco se abre con la propia voz de Manfer de la Llera con música elaborada de Sergio Rodríguez, un verdadero acierto que nos introduce de forma directa en la modernidad del repertorio de este poeta, un escritor que tocó diferentes temas y registros que ahora sirven para montar un repertorio musical coherente alrededor de su obra.
Anabel Santiago interpreta “Cuando”, una magnífica tonada que emplea los propios recursos del género para crear algo nuevo, que no deja en ningún momento de referir a viejas tonadas. Algo que los Hermanos Valle Roso, Marisa y Fernando, también intérpretes de tonada, amplían para, sin dejar de emplear la voz propia de la tonada, abrir camino a nuevas sonoridades.
Xabel y Toli Morilla nos recuerdan sus viejos temas, “L’Asturies eterna” y “Nueche de insomniu” -el mismo que introducía el disco con la propia voz del poeta- y dan paso, en su línea, a los musicados por Alfredo González, “Tracamundiu”, y Xel Pereda, “Soledá”.
Musicalmente el disco guarda una coherencia. En orden ascendente, con Toli y Alfredo nos vamos acercando al sonido de Xel Pereda y Renacencia, para los poemas “Soledá” y “Les hores muertes”. Composiciones más pop que dan paso a formaciones más próximas al folk-pop, como Herbamora –con una magnífica “Atetuyu ante la muerte-, Felpeyu –con una “La carbonera” que acercan con sutileza a las versiones propias de su repertorio de temas corales tamizados al folk- y Xera –acercando su folk de banda sonora al poema “Yo quixera”.
El disco se cierra con el rap de Dark la Eme sobre el “Asturies patria querida”, cadente, duro, sugerente y llamativo, para concluir con una versión radikal de “Contrastes” a mano de Dixebra y la propia voz de Xune Elipe.
Un disco diverso que, bien elaborado, mantiene una coherencia sonora más allá de la que se adquiere a través de los poemas de Manfer de la Llera. Un trabajo que sirve para valorar la importancia del trabajo de nuestros autores literarios. Y para mostrar que, como ya hicieron en su momento y continúan haciendo el fado y el flamenco con los poetas portugueses y andaluces, existe un camino poco trillado por los músicos asturianos a partir de sus propios poetas.