Nombramientos

2011 / 07 / 29 - La Nueva España

Como no me nombraron nada, marcho de vacaciones. Y mira tu que hubo cambios. En todos los gobiernos. En el municipal. En el autonómico. Pero, nada, no me nombraron nada. Con la de cesantes que hubo. Con la de nuevas incorporaciones que hay. Pues, nada de nada. Ni un carguín siquiera. Ni de los de poca monta, con mesa y teléfono y alguien para recogerte los recados. Ni de los de un poco mayor, con chofer. Ni uno vacante como ése que se cubrió y al día siguiente ya estaba vacante por temas de salud. Je, je. Por temas de salud. Cualquiera que conozca medianamente la consejería ésa sabe a que temas de salud se refiere. Pues yo, aquí donde me veis, tengo la salud como un roble. Como un roble con un poco de colesterol, un poco de hipertensión y otro poco de falta de hierro. Nada de otro mundo. Nada que no tenga todo el mundo. Ya en las elecciones pasadas pensé yo que me iban a nombrar algo. En obras e infraestructuras. Que era lo que más me apetecía. Donde más amigos tengo. Donde más perres se mueven. Amigos constructores. Amigos diseñadores. Amigos con perres con ganas de sobornar al primero que pillen para aprobar lo que sea. Y, ni con esas. No me nombraron nada.

Como para no marchar para Valencia. Eso sí que es un país. Un sitio donde todas las cosas tienen arreglo. El cómo se arreglan es otra cosa. Pero se arreglan. Que necesitas un crédito, a poco que tengas a un amigo dentro de la CAM obtienes un crédito al 0%. A poco que quieras comprar un terrenín para construir al borde del mar saltándote la ley de costas, un concejal se te pone a tiro por menos de una docena de pasteles o una corbata. Más o menos. Tu calcula que para poner de tu parte al propio presidente con un par de trajes es suficiente. Da gusto.

En fin, que marcho. A ahogar mis penas en alcohol. A sentarme bajo una sombrilla. A tumbarme panza arriba a esperar a las próximas elecciones. Tampoco me va a tocar esperar tanto. Es un presentimiento. Me da la sensación que las autonómicas no van a ser dentro de cuatro años. Y, en nada, a la vuelta del verano, volveremos a ver más cambios. En todos los partidos. A los del búnker de Ovidín y Javierín les empezarán a remover pronto por abajo la tierra que pisan. Pero todo eso siempre para después del verano. Ahora se deja que disfrute a la gente. Menos a los que les tocó gobernar. Esos, que se jodan. A intentar formar gobierno con gente que se te da de baja al día siguiente por motivos de salud. Je, je. A poner encima de la mesa todas las facturas que quedaron pendientes de pago. A cargar con muertos que no mataste tu, ni sabes quién los mató, ni entiendes por qué están muertos.