Aprovechando
2011 / 03 / 29 - La Nueva España
Aprovechando que Woody Allen venía este fin de semana a tocar a Avilés con motivo de la inauguración del Centro Niemeyer marché para Lisboa a tocarme las narices. Y no porque no me guste Woody Allen tocando jazz que, es cierto, no me gusta nada, si no porque comparto con buena parte de mis amigos a los que les gusta el jazz que tiene igual trascendencia para la historia de la música de jazz verlo a él tocar el clarinete que a mi tocarme las narices.
Aprovechando, además, que este fin de semana había posibilidad de que nuevos candidatos de partidos grandonos (y partidos piquiñinos, que cuando se presentan todos se crecen) se pasearan por las terrazas de de los chigres y cafeterías de Mieres e hicieran maravillas por hacerse ver y que los vieras, insisto, marché para Lisboa donde el gobierno en pleno se ha suicidado y el país va a la deriva como corresponde a un país de honda tradición marinera.
Aprovechando, por otra parte, que en la Laboral, para no hacerle la competencia al Niemeyer, hacían lo que hacen el resto de fines de semana, no programar nada interesante, vinimos a Lisboa donde tampoco prestamos atención a la programación de nada porque a lo único que venimos los amigos, para una vez al año que nos juntamos fuera de casa, es a comer, a beber y a tomar omeprazol para seguir comiendo y bebiendo hasta que el cuerpo aguante y, para decir que hicimos algo medianamente cultural, cogimos un autobús panorámico para disfrutar del sol y quemar la frente los que tienen más de dos dedos de frente y los calvos.
Aprovechando, sin temor a dudas, que en casa empezaría la primavera como tiene por costumbre como una prolongación del invierno, cruzamos León, Zamora y Salamanca con agua, viento y frío y entramos en Portugal con sol, como corresponde a la estación que comienza o como corresponde a lo que la literatura y el cine dejó establecido como un invierno en Lisboa.
Aprovechando, como no podía ser menos, que el Pisuerga pasa por Valladolid sigo en Lisboa mientras escribo este artículo. En el barrio de calles empedradas donde estoy me encuentro como en casa: también va a haber elecciones; también van a ganar todos los candidatos; también sabemos que no es cierto; también hay un paro del copón y las terrazas están hasta la bandera y hasta las tantas; también dan no sé qué en el Niemeyer que todos los sitios de cuento tienen, pero Woody Allen estaba es Avilés y aquí no lo echó en falta nadie.