Camino de las elecciones

2011 / 01 / 18 - La Nueva España

Quedan cinco meses escasos. Parece mucho tiempo, pero no lo es. Sobre todo si te paras a pensar en todos los partidos políticos que se presentan. Lo de Mieres puede ser de chiste. Pero, por lo que se ve en la prensa, el resto de Les Cuenques ahí le anda.

Si eres de derechas lo tienes crudo. Puedes votar a los de siempre, al de siempre que se acaba de ir, al de siempre que ya se fue antes, al de siempre que ya se había ido bastante antes o a los de siempre que los echaron. O, para el caso de Mieres, puedes votar a los de Galcerán (que son los de Gabino), al de Cascos (sea quién sea), al de Morales (sean cuales sean), al de Marqués (que sigue con Xuan Xosé) y a los de Coto (que están más solos que la una).

Si eres de izquierdas lo tienes tal que igual. También puedes votar por los de siempre, por los de siempre de cuando La Pasionaria era jovencita, por los de siempre de cuando Stalin o por los que se juntaron con los de siempre haciéndose pasar por nacionalistas. O lo que es los mismo en Mieres, puedes votar a los de Aníbal (que son los Iglesias y Noemí), a los de César (que son los pasionarios o pasionistas), a los de Stalin (que siempre se presentan) o a los nacionaliegos (que están buscando candidato por los chigres celtas).

Si no eres ni de izquierdas ni de derechas te quedan también los de siempre, que eran de izquierdas cuando votaron a Zapatero y ahora no saben si están más cerca de la derecha de Sarkozy o de Ángela Merkel gracias también a Zapatero. Y que en Mieres son los de Diana, que son los de Luis María, que son los de Misael, que son los de Losa, que son los de Carbajal y que son los de Buylla, salvando las distancias. Con la ventaja de que, aunque muchos se hayan ido quedando por el camino, no dan el lamentable espectáculo de los que se fueron para volver con la frente marchita, como en el tango.

De aquí a las elecciones la cosa pinta entretenida. Hablo de Mieres porque es lo primero que encuentro según salgo a tomar el café por la mañana. Pero el espectáculo va camino de repetirse en muchos otros concejos. Para que, al final, Julio Iglesias vuelva a poner la banda sonora a la noche electoral:

Unos que vienen otros que se van: la vida sigue igual.

Pero, como de ilusión también se vive, veremos a los pasionistas, a la casquería, a los salvapatrias, a la contrarreforma, a los cuando-ganen-los-míos y a los esto-ye-lacabóse, disfrutar de unos pocos minutinos de gloria. Que ye lo guapo.

Los que, como yo, somos del Betis, sabemos disfrutar hasta con una derrota como la del otro día. Los del Barça ganan siempre, pero eso ya tiene muy poco mérito. Los del Madrid lo intentan, pero tienen menos mérito todavía. Así es la política municipal. Y la autonómica. Y la general. Y la europea. Por eso es bueno seguir siendo del Betis.