Bibliografía de la canción asturiana

2011 / 01 / 08 - El Comercio

Por más que me refiera en mis artículos a otros ámbitos de la música asturiana, sigo volviendo insistentemente a la canción tradicional. He expuesto, también repetidamente, las razones. Se resumen en dos. En primer lugar, se trata del único género capaz de tener su propio público, llenar semanalmente sus conciertos y contar con su propio circuito de actuaciones. Y, como no, también, estamos hablando de un género propio que ha evolucionado a lo largo del siglo XX y que llega a las puertas del XXI renovado generacionalmente y con plena vitalidad.

Este último fenómeno, el de la renovación -él hecho de que una generación que ronde los veinte años no sólo se interese por el género sino que lo interpreta y participa en sus concursos-, ha conseguido que un buen número de personas se interese por él y quiera ponerse al día en el conocimiento de sus orígenes, sus intérpretes clásicos, sus diversas influencias a lo largo del siglo y su evolución hasta el presente.

En atención a ellos, a todos cuantos de una forma u otra quieren acercarse a la canción asturiana más allá de sus intérpretes y de sus discos, he actualizado una pequeña bibliografía. No es muy extensa. Somos pocos habitantes en esta tierra. Y menos aún los que, alguna vez, han dedicado tiempo a este género musical.

En una fecha tan tardía en el siglo XX como es 1977, el profesor José Benito Álvarez-Buylla publicó La canción asturiana. Un estudio de etnología musical, en la editorial Ayalga, dentro de una pequeña colección de libros titulada Colección Popular Asturiana.

El libro es un acercamiento general a la música asturiana y, de manera especial, su capítulo III lo dedica a la canción individual, con un apartado propio para la asturianada y otro para la vaqueirada. El comentario con el que inicia el capítulo es sumamente explicativo de lo que será su contenido y el tono del trabajo: “Dentro del amplio y variado espectro de la música popular asturiana destaca especialmente por su originalidad y fuerza expresiva la asturianada, la vibrante canción individual fielmente representativa de las esencias más profundas de Asturias”.

No será hasta 1998 cuando aparecerá publicado el Premio de Ensayu Máximo Fuertes Acevedo, L’Asturianada. Ensayu sobre la vitalidá d’un xéneru, de Xaime Gabriel Arias. Un trabajo en el que apunta las tesis de la vinculación de la asturianada con el nacionalismo musical de primeros de siglo XX y la capacidad de este género para renovarse generacionalmente.

De ese mismo año es el Diccionariu de La Tonada, de Pablo Antón Marín Estrada, publicado por ediciones Ámbitu. En él, de manera muy genérica, se avanza unos pocos datos bibliográficos de las principales figuras de la canción asturiana, así con una serie de datos sobre las variantes y otros apartados relacionados.

No será hasta 2001 cuando vea la luz la tesis doctoral del musicólogo alemán Pieter Minden, La tonada asturiana. Un acercamiento musicológico. Un trabajo sistemático sobre el desarrollo de la asturianada a lo largo del siglo XX, haciendo especial hincapié en las grabaciones llevadas a cabo a primeros de siglo y que sentaron no sólo las bases del género tal y como lo conocemos en la actualidad sino que además sirvieron para estipular la nómina de los hoy considerados clásicos.

El trabajo, poco conocido, pero muy recomendable para todo tipo de estudioso o con ganas de ampliar conocimientos sobre el género, viene acompañado de un CD con cerca de una veintena de temas históricos, que sirve igualmente para acercarse a la asturianada y a sus voces más emblemáticas.

Existe más bibliografía –no mucha más-, pero esos libros son suficientes para adquirir un cierto conocimiento de la canción asturiana. Otros posibles, como Recuerdos de la canción asturiana, de Óscar Luis Tuñón y Ángel Martínez Suárez, de 1984, Un hito en la historia de la cultura asturiana, de José María Marcilla, volumen 1 de 1996 y volumen 2 de 2001, o Intérpretes y canciones de Asturias, de Luis Estrada y Arsenio Fernández, sirven igualmente para acercarse a las grandes voces del género, con sus anécdotas y sus comentarios sobre el hecho que los hizo grandes.

No son, como puede comprobarse, muchos libros. Pero son suficientes para un primer acercamiento. Y lo bastantes escasos como para que otros musicólogos se atrevan a avanzar nuevos trabajos.