Fin de fiesta
2011 / 01 / 11 - La Nueva España
Me sale el colesterol por los ojos. No me atrevo ni a subirme a la báscula. La curva de la felicidad roza el pronóstico de embarazo. Mis niveles de alcohol, grasa y azúcar en los límites. Llega el tiempo de la reflexión y del arrepentimiento. Bueno, más de la reflexión que del arrepentimiento. Al final siempre se piensa lo mismo: que nos quiten lo bailao.
Los Reyes se portaron estupendamente. Cuando pides poco recibes más de lo que esperas. Los hay que piden imposibles. Algunos lo consiguen. Al hijo de unos amigos, que suspendió cuatro este trimestre, le trajeron los Reyes un iPhone 4. Ni te cuento lo que hubiese logrado de haber suspendido cinco. Otro amigo mío llevaba tiempo pidiendo a los Reyes que le trajesen un partido político. Casi lo consigue. Bueno, está en ello.
Estamos en año de elecciones. Año entretenido por excelencia. Sobre todo hasta la noche electoral. Es Asturies este año la carrera electoral va camino de ser una gozada. Y, como reflejo de Asturies, en Mieres nos lo vamos a pasar como los indios. No hace falta saber mucho de política. Es suficiente con seguir tomando el café en el Yaracuy por la mañana. Luego, a última hora de la tarde, pasar por las terrazas de la milla de oro. Comentarios para todos los gustos. Todos los implicados están exultantes. Faltan cinco meses. La euforia aumentará según vayan pasando las semanas. Todos van a ganar. Algunos ganan todo lo ganable sacando un diputadín. Con eso se contentan. Otros van a arrasar. Varios. El problema es que, si echas las cuentas medianamente, te das cuenta que no hay sitio para los sueños de todos. Pero no por eso van a dejar de soñar.
Los que pidieron a los Reyes un nuevo partido político y no se lo trajeron, andan azotados. Trabajan a contrarreloj. Si la montaña no viene a Mahoma ellos irán a la montaña. Si los Reyes no les trajeron un partidín, ellos se lo van montar. Luego, que Dios reparta suerte. Y nosotros que lo veamos. Para poder seguir entretenidos. Para que el café del Yaracuy y la copa y pitu de las terrazas de milla de oro no pierdan su encanto. Para que la noche electoral disfrutemos como se disfruta del final de una buena película.
Por lo demás el año empezó bien. Los que te dan el peñazo contándote siempre lo mal que lo hace el gobierno encantados con la ley antitabaco para poder seguir pando el peñazo. Los farmacéuticos esperando forrarse con las bronquitis de los que saldrán a fumar fuera de los chigres con las pelonas que están cayendo. Los vendedores de estufas de calle agotando las existencias. Los abogados deseando recurrir denuncias de fumadores pillados in fraganti. Los estanqueros encantados con la publicidad gratuita. Todos contentos. Entre el tabaco, la liga y las elecciones, ya tenemos bastante de qué hablar de aquí a mayo.