La épica de la mina
2010 / 10 / 18 - La Nueva España
Mil millones de espectadores delante del televisor asistieron en directo al rescate de los mineros sepultados en Chile. Si treinta y tres abogados de oficio hubiesen quedado sepultados tras el hundimiento del Palacio de Justicia la noticia apenas hubiese cubierto una columna de la página de sucesos. Sobre todo si no les hubiese pasado nada. Ni siquiera fue tan mediático el rescate de aquellos soldados del submarino ruso en el Báltico. Sólo a nivel de seguimiento de prensa se puede comparar el fracaso de la misión lunar del Apolo XIII con el regreso a casa de su tripulación sanos y salvos.
Este seguimiento de cualquier noticia relacionada con la mina lo comprobamos diariamente. Una huelga en una mina tiene mayor repercusión que cualquier conflicto similar en otro sector. Un ejemplo: para que salga en la prensa una huelga de basureros tienen que llevar sin recoger la basura más de una semana y tienen que completar su esfuerzo de no recogida con piquetes abriendo las bolsas y aventando la mierda por las calles. Y esta es una huelga que afecta a todo el mundo y de la que se resienten, al menos, las narices.
Estos datos de repercusión podemos comprobarlos en sectores como el turístico que, de mano, puede parecer que no guardan ninguna relación. La CNN emitió ayer, a nivel de todo el mundo, un reportaje impresionante sobre la belleza del desierto de Atacama, donde se encuentra el Pozo San José. No sólo el propio desierto, también Chile entero acaba de colocarse en el mapa para miles de espectadores que lo descubrían como un lugar al que ir. No es ninguna tontería, ocurre algo parecido en Asturies: el museo más visitado, año tras año, sigue siendo el de la Minería. Ni siquiera es necesario que se trate de una mina, sino simplemente que lo parezca. La atracción más visitada del parque Disney es la Big Thunder Mountain Railroad: un tres desbocado cruza una mina que se hunde a su paso.
En Gales una vieja mina cerrada hace años está generando ahora más dinero en su entorno que en los años de funcionamiento. Ahora puede visitarse en el viejo tren. Al final del recorrido te venden hasta el casco. Y la foto con un mono verde monísimo. Y el menú del día: the mining menu. Y tienes una especie de Leroy Merlin con herramientas de época. Calcula de qué época que aquí todavía las puedes comprar en Aguínaco.
Otro ejemplo: Uviéu, a los ojos del mundo entero, es la capital de un Principado conocido en todas partes por sus minas. En la candidatura a Ciudad Cultural Europea no utilizaron este recurso para nada. Conclusión: no les dejaron ni optar siquiera. Y eso que Gustavo Bueno en la época que pasaba por ser de izquierdas venía a dar mítines solidarios a los encerrados de los pozos. No aprenden. Pusieron como bien de interés cultural la ópera. Y seguramente también los conciertos de Teresa Rabal. Sin comentarios.