Blo

< P'atrás  |   P'alantre >


Por los bordes del castellano

2010 / 08 / 07 - El Comercio

Por los bordes del castellano

En el año 2001 el grupo de folk Ástura publicaba su disco Tradición, un recorrido por las canciones que llevaban tiempo interpretando por los escenarios. La voz y la gaita de Berto Varillas, junto a una larga serie de buenos músicos, recogían un total de 28 temas que viajaban sin ningún pudor a un lado y a otro de la cordillera Cantábrica, mostrando la estrecha unidad que existe entre ambas vertientes y demostrando una vez más que las fronteras administrativas no son más que una línea trazada en un mapa, que poco o nada tiene que ver con la cultura tradicional de una tierra.

Muchos ejemplos continúan siendo magníficos. El romance El cura tá malu, popular en tantas otras partes, se canta en la versión de los concejos de Babia, Los Argüellos y Ayer. Algo que también volvía a ocurrir con el romance dialogado Pande va la mio morena, que se cantaba a partir de las versiones de La Valdeiría, Cabreira y Lena. Como también se incluía una preciosa versión de la tonada Tirioni, de Miranda del Douru.

Antes y después de este ejemplo, diferentes grupos y músicos asturianos, fueron incluyendo en sus discos cantares y sones que forman parte de un dominio territorial mucho más amplio que el actual del Principáu d’Asturies. Un hecho que también se fue constatando con otros grupos fronterizos con respecto a aquí.

Supe hace un par de años por Ramón Lluís Bande, director del programa Camín de cantares de la TPA que presenta Xose Ambás, que iban a iniciar nueva temporada combinando testimonios orales de diferentes informantes de la vecina León. Entre los diferentes programas, el dedicado al pueblo de Corporales, me pareció impresionante. Hace cuarenta años estuve en esa tierra por vez primera y hace diez la volví a recorrer pueblo a pueblo para un trabajo de etnografía: poder sentir de manera tan natural en la propia voz de sus vecinos ese tesoro que es su lengua, me resultó conmovedor.

Camín de cantares acabó convirtiéndose en un fenómeno cultural en Asturies. Por fin la gente mayor de nuestros pueblos encontró un programa con el que identificarse plenamente, escuchando a una gente hablar en su lengua natural interpretando los cantares de toda la vida. Como también pudo hacerlo, en programas sucesivos, escuchando a las gentes de pueblos de León, Zamora, Salamanca y Miranda del Douru que hablan su misma lengua y que comparten un bagaje musical que carece de fronteras.

No obstante, este trabajo recopilatorio ya viene haciéndose hace muchos años. Me lo recordaban esta misma semana en León y Valladolid unos amigos músicos. Los romances que cantan los paisanos de los pueblos ante la cámara, los cantares que se tocan a pandereta, los bailes que se recuerdan, constan en innumerables trabajos que se hicieron y se siguen haciendo. Pero un testimonio tan simple como el de un informante llamando Unxilde a su pueblo zamorano y expresándose como es propio de su tierra, supera con verdadera diferencia todas las partituras y las transcripciones recogidas hasta el momento.

Por esta razón escribo este artículo. Uno de los comentarios que me llegó en Valladolid decía: “Me parece muy forzado que a esa persona se la haga decir Unxilde a cámara”. Me di cuenta que no había entendido nada. Llevan años recorriendo una tierra, hablando con sus vecinos y tomando nota de sus cantares, y se sorprenden de que alguien llame a Unxilde por su nombre, en vez del Ungilde que pone el indicador de carretera y que ellos citan como lugar en el que recogieron la información.

Sin duda queda mucho trabajo por realizar. No sólo quedan bastantes informantes vivos como para poder llevarlo a cabo por los dominios del leonés, sino que hay una nueva generación de musicólogos y músicos que, sin prejuicios lingüísticos, se están atreviendo a dirigirse a los informantes en su propia lengua: la mejor manera de entenderse. La realmente importante.




<< Volver al llistáu