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Al altu la lleva

2010 / 05 / 08 - El Comercio

Al altu la lleva

Silvino Fernández Fueyo trabajó toda su vida como empleado municipal del Ayuntamiento de Mieres en el servicio de limpieza. Muchas veces aparcaba el carro delante de la puerta de la Casa de Cultura “Teodoro Cuesta” y parábamos a charlar y “dar la parpayuela”. No era un gran conversador, pero siempre tenía un punto de ironía y de amargura en sus comentarios. Cuando quería sabía ser crítico y sus comentarios eran mordaces, pero nunca dejaba de hacerlos con una media sonrisa que amagaba en los labios.

Como gaitero, Silvino Fernández Fueyo, Silvino’l de la Ipata, continúa siendo a los pocos años de su desaparición una referencia obligada a la hora de hablar del acompañamiento a la gaita, un arte en el que destacaba la singular maestría de sus dedos y, sobre todo, el gran conocimiento que tenía de los cantadores de tonada y de su repertorio.

Junto a otros gaiteros, como Chema Castañón y Luis d’Arnizo, vivieron la transición de la gaita tradicional a la actual. Silvino cuenta con dos discos de larga duración, Viva la Gaita y Viva la Gaita 2; pero, para la historia que traigo a colación, también cuenta con un impresionante buen número de grabaciones como gaitero acompañante de tonada.

Volví a encontrarme con aquellas conversaciones con Silvino gracias al libro 32 temas para el acompañamiento a la tonada asturiana con gaita, del maestro gaitero Iñaki Santianes: “El meyor gaiteru acompañante de tonada ye’l que subió al escenariu detrás del que canta, termina d’acompañalu y tu dices: esi cantante ye un fenómenu”.

En el libro encontramos melodías de otros grandes gaiteros, históricos como Marcelo El Fresno, clásicos como José Remis Ovalle y actuales como Óscar Fernández o Vicente Prado “El Pravianu”. Verdaderas obras de arte como “Anda y señálame un sitio”, que interpretaran La Busdonga y Aurelio Álvarez, “Hay una línea trazada” de José Noriega y El Gaiteru Veriña, “Dicen que los gües de Xuana” de Cuchichi y Marcelo El Fresno, “Soy de Pravia” de Diamantina y Remis Ovalle o más actuales como “Cabranes queda nel mediu” de Lolo de Cabranes y Óscar Fernández.

Todas las melodías están trascritas en compás 4/4, aunque recordando que se trata de interpretaciones ad libitum, y en la tesitura en que su lectura es más cómoda –la real es una octava por encima de donde está escrita-. Pero, sobre todo, recordando constantemente que se trata de un libro de didáctica de la gaita dirigida a una nueva generación de intérpretes que tiene un alto nivel de conocimiento del instrumento, pero que desconoce los entresijos del arte del acompañamiento de las grandes voces actuales a la gaita.

A pesar del enorme éxito actual de la canción asturiana y de la impresionante trayectoria a lo largo de los últimos cien años, el número de trabajos sobre este género es reducidísimo. Y, en concreto, puede decirse que este libro de Iñaki Santianes es el primero que se dedica de manera exclusiva a uno de los apartados más característicos de la tonada: el acompañamiento de gaita.

Por ello, bienvenido sea este trabajo que, esperemos, anime a publicar nuevas partituras para este instrumento, ya que el número de alumnos en los conservatorios y escuelas de música lo está demandando contiuamente. La tradición nos lleva a sobrevalorar la importancia del aprendizaje por transmisión oral. Pero, en este caso, estamos ante un arte complejo que, además del importante legado del pasado, necesita evolucionar. Y un libro de estas características es un importante paso para enfrentarse a ello.

Preguntaba una vez a Silvino: “¿Sigue dalgún gaiteru de los mozos la to escuela?” Y me contestó: “La escuela mía tien poca ciencia”. No era cierto. De la escuela de los grandes gaiteros sigue habiendo mucho que aprender. Un libro como éste sirve para demostrárnoslo por escrito.




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