El señor de las cantigas
2010 / 03 / 13 - El Comercio
Eduardo Paniagua recibió el Premio al Mejor Intérprete de Música Clásica de la Academia de las Artes y Ciencias de la Música, por la edición de Agua de Al-Andalus. Una verdadera sorpresa: era la primera vez, en las trece ediciones que llevan estos premios, que se concedía a un intérprete de música de recuperación medieval.
El trabajo de Eduardo Paniagua sobre la larga serie de las Cantigas de Alfonso X El Sabio es el más impresionante de cuantos se llevan a cabo en Europa sobre la música de la Edad Media. El proyecto completo comprenderá unas 60 grabaciones de 60 minujtos de música de media. Hasta el presente el total grabado alcanza la treintena, con más de 250 cantigas con todo su texto, de un total de 427. Todas ellas ordenadas en diferentes discos por la localización de los milagros de Santa María o por los santuarios famosos de la época o por su área geográfica de referencia o por la instrumentación que llevan.
Las primeras grabaciones surgen en 1994, bajo el sello Pneuma, creado originalmente para sacar adelante este trabajo. Los primeros tres compactos se convirtieron rápidamente en una cita ineludible de la música de aquel tiempo: Cantigas de Toledo, Cantigas de Castilla y León y Remedios curativos en las Cantigas. Un año más tarde y para iniciar la Colección Hispánica, Sony España licenció estos discos y tras su buena acogida, el director del departamento de clásica de esta multinacional, anunció la idea de la grabación completa del proyecto de antología.
Con Sony España se grabaron siete títulos, entre los que destacó por su repercusión el doble recopilatorio Obras Maestras de las Cantigas. Pero, tras esta fructífera experiencia, el departamento de clásica de esta multinacional cerró. Comenzaban a ser más rentables otra opciones culturalmente nada representativas, como las bandas sonoras de películas.
Como el sello Pneuma había continuado editando durante esos años el trabajo paralelo de Eduardo Paniagua sobre los trovadores y la música arábigo-andaluza, solicitó a Sony la devolución de los discos licenciados a Pneuma y recompró los derechos de las nuevas grabaciones, para que no se perdiese la idea original de la antología.
Así vieron la luz pequeñas obras de arte como el Bestiario en las Cantigas, Cantigas para flauta y tamboril, Camino de Santiago en las Cantigas… y los recopilatorios Rosa de las Rosas y Lo mejor de las Cantigas. Y, en los últimos años, algunos otros como las Cantigas de Bretaña-Merlín y otras Cantigas celtas, Cantigas de Bizancio, Cantigas de Inglaterra o Cantigas de Alemania.
Estas últimas, junto a las Cantigas de Burgos, fueron editadas en el año 2009. Y acaban de editarse las Cantigas del mar Cantábrico y ya están grabadas y preparadas para editar las Cantigas de Flandes.
Hace quince años, cuando nació este proyecto y las primeras grabaciones que lo integran, no existían conceptos como “música de las tres culturas” o la colaboración con músicos árabes para interpretar música andalusí. En 1996 la grabación de su disco Tres Culturas resultó una novedad y una provocación. Varios críticos españoles lo acusaron de arabizar las cantigas. Poco tiempo después, tras la lluvia de premios nacionales e internacionales por aquellas primeras grabaciones, los conceptos de mudéjar y de intercambio entre las tres culturas ha quedado tan arraigado en nuestro lenguaje que ha pasado al vocabulario de uso cotidiano y no hay festival étnico en España que no se precie de llevar representantes de todas ellas.
Estas Cantigas del mar Cantábrico son la banda sonora perfecta para esta tierra que se ha olvidado del Camino de Santiago a su paso por Asturies y su trascendental importancia para entender la música propia como una parte inseparable de la música europea.