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Dentro de la negra mina

2009 / 10 / 10 - El Comercio

Dentro de la negra mina

No existe la tonada minera. Lo que de verdad existe son una larga seria de tonadas y cantares relacionados con la mina, en diferentes estilos. La historia profunda de la minería está relatada en ellas. Tonadas que son la expresión de una forma de vida, de una manera de entender el mundo. Las tonadas de la mina.

Todas las grandes voces de la canción asturiana dedicaron algún momento a cantar a la mina, a dar a conocer los sentimientos de unos trabajadores que desde lo más profundo de la tierra aún tuvieron fuerza para crear una serie de cantares en los que expresaron la dureza de su trabajo (“Los mineros del Fondón”), el dolor de la pérdida de un compañero (“Déxame pasar que voi”), la solidaridad (“Dientro de la negra mina”), las largas luchas reivindicativas (“Compañeros llega marzu”), el amor (“A la Pipiona”)… O crearon a su alrededor las condiciones para que otros compositores las crearan.

La minería asturiana, poco a poco, va desapareciendo ante nuestros ojos. Con ella podría desaparecer uno de los folklores musicales más ricos relacionados con el trabajo: el folklore de la mina. Una manera de expresarse, un vocabulario propio, un modelo de relaciones, un sentimiento. Pero, la experiencia que da sentir los actuales concursos de tonada y el repertorio que interpretan los miembros de la nueva generación, viene a demostrar lo contrario. Igualmente, existe suficiente repertorio grabado como para no temer por una pronta desaparición.

Uno de los trabajos más completos sobre este repertorio se publicó en el año 2003 con el título de La tonada de la mina, editado por Ámbitu. Está agotado. Intervinieron en él Anabel Santiago, Liliana Castañón, Rosario González, Óscar Fernández, Urbano Prieto y Berto Varillas. En él quedaron registradas verdaderas obras maestras de la tonada asturiana como “La mina y el mar”, “Viva la xente minera”, “Que bien parez un mineru”, “La carbonera”, “Playina la de Xixón”, “Chalaneru” o, el himno por excelencia de la minería, “Santa Bárbara bendita”.

Este trabajo acabó siendo uno de los más vendidos de las Navidades de aquel año. Superar la cifra de dos mil ejemplares de ventas en Asturies es un lujo que para sí quisieran muchas producciones a nivel de todo el estado. Al éxito contribuyó un cuidado diseño basado en fotografías antiguas, con la fuerza del blanco y negro: el cantador Silvino Argüelles de lampistero en el Pozu Sela, chalaneros bajando el río Caudal, la brigada de salvamento, un accidente o las cargas policiales durante una huelga. O, acercándose a nuestros días, la foto de la primera mujer que entró a trabajar en el interior de un pozo en el año 1996.

Tras el buen resultado de ventas, en las Navidades siguientes salió a la calle el CD Cantares de mina. En aquella nueva grabación intervinieron Ángeles González, Bibiana Sánchez, Marisa Valle, Sergio Agüeros, Fernando Valle y el dúo integrado por Francisco Barrientos y Gustavo Álvarez. El repertorio incluyó otros clásicos como “A la madre del mineru”, “Cuando la máquina va”, “Pica y postia”, “Baxo a la mina cantando” o el citado “Compañeros llega marzu”.

Rompiendo con la línea del anterior, en esta ocasión el diseño se basó en fotografías recientes de Juan F. Grela, mostrando la minería en el presente: la conversación en el embarque, encarrilando vagones, abriendo galería, saliendo del pozo… como queriendo mostrar que la mina llegaba hasta nuestros días sin perder en ningún momento la dureza de su carácter.

Este trabajo editorial recopilatorio se completó al año siguiente con la edición de un tercer CD, Los mineros canten a la mina. Un paso más y un paso necesario. De menor calidad en las interpretaciones, pero sin duda un documento único: mineros que interpretaban las tonadas que dieron sentido a su vida y que los llevaron a interpretarlas en diferentes escenarios y concursos. Incluyendo temas como “Vivan les cuenques mineres”, “Ai de mi que yá nun vuelvo”, “En el conceyu d’Ayer”, “Gasto como buen mineru” o la citada “Dientro de la negra mina”.

Estas tres grabaciones contienen un total de 36 registros. Suficientes como para acercarse a la temática minera. No obstante, cualquier experto en la materia va a seguir echando en falta más tonadas. El repertorio es tan amplio y variado que sin duda hubiese dado para seguir sacando año tras año un nuevo CD.

Podría hacerse de muchos otros repertorios: la mar, el campo, las brañas vaqueiras, las majadas de Picos… pero se nota que el repertorio minero sigue teniendo un valor simbólico importante. Para toda Asturias, no sólo para Les Cuenques.




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