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Espíritu de terraza

2009 / 07 / 14 - La Nueva España

Espíritu de terraza

Grabo con gente de la TPA un recorrido por Mieres. Bajo el sol de julio. Con lo que eso significa en Mieres. El grado de humedad por las nubes. El verde más verde que nunca. Lleva lloviendo desde San Xuan. Pero hubo suerte. El sol está en su sitio. Es verano y lo parece. Las terrazas están bastante ocupadas. Apenas es medio día. Aquí la gente, ¿cuándo trabaja? Se nota que los que me acompañan vienen de fuera. Tardan en hacerse a esto. Están un poco descolocados. No les cuadra la hora. No les cuadra el ritmo de la ciudad. Vienen de visitar otros concejos. A esta misma hora. Y están muertos.

Si en Mieres hiciese esta temperatura todo el año, adiós La Habana vieja, la costa maya y la república dominicana entera. El espíritu terracero lo llevamos en el alma. Y el salsero. La danza prima es una cumbia reposada. La jota de gaita es un chachachá que se pierde en la noche de los tiempos. El xiringüelu es un merengue como la copa de un pino. Pero, como llueve, y hay años como éste en que sabe hacerlo bien, se nos moja el alma. Lo que no quita para que en el amor al trabajo seamos más cubanos que los propios cubanos. Es otra forma de entender la vida. A los carbayones y a los playos les cuesta entenderlo. Y a los de Avilés. Ahora los tres juntinos sueñan con ser capital cultural. Si la sidra ye cultura, nosotros les damos mil vueltas. Si la terraza se considerara lo que es, un arte, nosotros seríamos la vanguardia.

Buscan fuera un modelo que tienen a las puertas de casa. El sabor latino. La buena vida. La tranquilidad. El sol. Esto es el sur. El sur de Asturies, pero el sur. Nada como la caipiriña de La Habana. El pub de Jerónimo Ibrán. No la de Fidel. Nada como el mojito en la terraza nocherniega del Rodapié. Al pie del Ayuntamiento. Nada como la cerveza bien tirá del Vendevinos. Que mejor se llamaba Vendecerveces. Nada como los nombres evocadores de sueños de los bares de Mieres: el Portofino, el Gardens, el Yaracuy, el Capri… todos, y más, con terraza. Donde se toma el pulso de la ciudad. Donde reside su espíritu. Donde, entrada la noche, se esconde su alma.

Termino el recorrido con los de la TPA. Marcharon traspuestos. Acompaño a los de la Semana Negra. Se bajan del tren. El sol de justicia. Abre el desfile la banda de gaitas. Una marcha de desfile que esconde en su interior un pasodoble torero. Las terrazas del parque hasta la bandera. Allí acabamos. Lo mejor a aquella hora. Para darnos a conocer.




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