El rock de los años que vienen

2009 / 06 / 13 - El Comercio

Aunque tengan catorce años de media de edad ya llevan varios años encima de los escenario. De algunos de ellos por día decirse que media vida. Aunque sea tan poco tiempo. En sus inicios el batería tocaba de pie porque sentado no llegaba a los pedales. Sus voces sufren en estos momentos los cambios propios de la edad.

Pero nada importa desde el primer momento en que el batería marca una entrada, las guitarras eléctricas inician un riff, el bajo traza una línea y las voces de los cantantes repiten sobre el escenario:

“Somos malos somos sangrinos somos los Pingüinos Asesinos”.

Rock and roll en estado puro. Un regreso a los orígenes. Como que estás viendo a los Beatles en Amberes. Aún más, como que regresaron al futuro Bill Haley and His Comets y estamos sintiendo por vez primera “Rock around the clock”.

Los Pingüinos Asesinos son el resultado del Taller de Rock de Campumanes, dependiente del Ayuntamiento de L.lena. Un modelo de funcionamiento que ya está dando buenos resultados en otros puntos de Asturies. Unas reglas básicas: contar con buenos profesores y apostar porque los alumnos sepan defender un repertorio sobre un escenario. Los profesores, en este caso, son de la talla del guitarrista Alejandro Lafuente, “Lafu” y el bajista Antón Ceballos, más que conocidos del panorama musical asturiano.

Hace tres semanas tuvo lugar en Turón el Primer Rock and Guaje. Un concierto que no estuvo apenas anunciado y ni siquiera llegó noticia de él a los medios de comunicación. Un cartel elemental anunciaba la gran actuación de los grupos Fracasu Eskolar, Los Bichosaurios, Doctor Centollu y los Pingüinos Asesinos. Nadie sobre el escenario tenía más e dieciséis años. El cantante de uno de los grupos tenía exactamente diez menos. Alrededor de trescientos espectadores. Todo un éxito.

Como el día era espléndido, el Primer Rock and Guaje se llevó a cabo en el parque de Turón, al lado del Atenéu. Las escaleras recién inauguradas sirvieron de gradas, creándose un espacio idóneo para este tipo de conciertos de pequeño formato que, según sus responsables, va tener continuación con una serie de conciertos de calle programados para todos los viernes de los meses de verano.

El rock de esta generación que viene se canta en asturiano. Letras propias para contar en el lenguaje de uso del día a día las cosas que les pasan o que, como siempre hicieron los poetas del rock and roll, sueñan despiertos:

“Les neñes que m’escuchen siéntense xunto a mi cuando se ponen tiernes suelo toca-yos así: Ye que yo yo nací pa tocar rock and roll”.

Letras y músicas originales de los propios integrantes del grupo, que combinan la rebeldía con unas impresionantes dosis de humor:

“Voi rebelame escontra lo decente y ver revistes onde sal sin ropa la xente. Voi rebelame escontra la esplotación nun voi facer deberes nin voi ordenar l’habitación. Ye un momentu buenu si quies facer la revolución”.

Llama la atención este empleo del asturiano, hasta ahora casi exclusivo del ámbito del folk y la tonada. A lo largo de los últimos años pocos grupos, más allá de Los Berrones o Dixebra, lo emplearon. Estos años un movimiento rapero, también del sur de Asturies, comenzó a emplear el asturiano coloquial en sus versos. Con este nuevo movimiento, el rock regresa a sus orígenes: sonidos contundentes y letras cotidianas.

Un concierto de los Pingüinos Asesinos cerró este jueves pasado la gala del deporte celebrada en Mieres. Cerca de dos mil jóvenes deportistas de toda Asturies conocieron lo que es ya la banda sonora de Les Cuenques. Un polideportivo como el Visiola Rollán de Mieres no es el lugar idóneo para espectáculos de estas características, pero el grupo cerró filas alrededor suyo a partir del primer acorde de guitarra.

Por el momento los Pingüinos Asesinos es el primer grupo de esta nueva generación que cuenta con un CD en el mercado. Un CD que rompe con la estructura del mercado y se vende exclusivamente en sus conciertos en directo. Una más que correcta carta de presentación.