Lunes 16 de agosto.

José Antonio Quirós me comenta la posibilidad de encontrarnos este fin de semana en Madrid. Por una parte quiero ver a Juan Carlos Cuello, con quien me quedaron unas cosas pendientes que hablar sobre música. También, como no, para acercarme a montaje y ver
mano a mano a Fernando Pardo y a Quirós. Me dice que es preciso reforzar determinados sonidos que le interesan y que considera lo requieren; por ejemplo, los sonidos reales de la mina o los del corte y caída de la jaula. En montaje cuenta para ello con Luis Castro, un número uno de los efectos especiales, y Carlos Faruelo, quien da sentido al sonido de una película. "Es necesario crear silencios donde hay ruidos y llenar a veces de ruido los silencios", dice Quirós. "No es sólo su aspecto mecánico. Hablo de sensaciones, de lo que intento transmitir con el sonido". El montaje y el sonido sirven para recalcar las obsesiones del director. Los matices ganan presencia. La película toma cuerpo. Me va a resultar imposible lo de vernos el fin de semana. Al final nos vamos mañana para Alicante y tenemos intención de permanecer allí hasta el domingo. Lo que pensábamos hacer lo trasladamos para el lunes y el martes. El miércoles estaremos, si todo va bien, en San Sebastián. Se inaugura el Kursaal con "La novena puerta" de Polanski.

Miércoles 18 de agosto.

Nos instalamos en Relleu, en la Serra d'Aitana, sobre el mar que baña La Vila Joiosa. Quince kilómetros hacia el interior, remontando el río Sella. Otro Sella. No baja ni un hilo de agua. Estamos rodeados por todas partes de almendros y algún que otro limonero. El terreno dispuesto en bancales. Cinco siglos de dominación musulmana se dejan notar en su estructura urbana, sus construcciones, su gastronomía y su toponimia. Al fondo, allá abajo, disputándose la costa, las hordas del norte: alemanes, holandeses, ingleses, asturianos... Al interior, tan próximo, no llega nadie. Más que de turista, ejerzo de tagarí (denominación que recibían los moros que vivían entre cristianos). Cuando bajo a la playa dejo a mi izquierda el Puig Campana. Su cima cercenada se debe al tajo de Roldán, del que se desprendió la isla de Benidorm. Siempre me ha gustado este lugar, verdadera capital de Las Cuencas, tan denostado por la intelectualidad. Si España contara con una fuerte industria cinematográfica sus colinas serían Hollywood. Pero, Benidorm sólo es un Manhattan pequeñín. Con una gran diferencia: aquí no se encuentra un solo letrero que anuncie una consulta de psicoanalista. Esto es Jauja. También Shangri-La. Benidorm ha sido el purgatorio particular de las almas pecadoras de nuestros padres y abuelos. Podría existir un paraíso más allá. Pero ¿a quién le importa? Ahora saben que no necesitan otro cielo que el que cubre los atardeceres rojos del Mediterráneo.

Jueves 19 de agosto.

Me comenta la gente de Sintonía, empresa encargada del apartado musical de la película, que necesita saber a quién pertenecen los derechos de autor de determinadas canciones asturianas que se piensan como banda sonora. La mayor parte de ellas son tradicionales. Hablamos del "Santa Bárbara, bendita" que se canta por los mineros una vez se ha cortado el cable de la jaula, como signo de rabia e impotencia. También del "Borrachu m'acosté anoche" que suena de fondo en el bar en que Antonio Resines, Fran Sariego y Alfonso Vallejo, ven por la televisión como se lleva la policía a Eduardo Antuña. O de "El mio Xuan", melodía que le gusta a Quirós para reforzar una escena, y de la que existen un sinfín de versiones, desde las corales hasta las más modernas como la del grupo Felpeyu. Otras, como "Fuente clara", se trata de una composición coral y por tanto cuenta con autor conocido, aunque esté basado en aires tradicionales. La parte de ella que más le gusta a Quirós es la voz del solo a mitad de la canción. Comentamos entonces que si lo que le interesa es la voz sola puede utilizarse cualquier otra canción tradicional sin necesidad de que se recurra a una de autor. Por su parte, Hevia está trabajando un arreglo sobre el tema "La procesión", que incluye en su primer disco editado hace unos años, titulado simplemente "Hevia" y hoy convertido en pieza de coleccionista. En lo que refiere a "La trova del mineru" que incluye la Asturiana Mining Company en su discu "Patrimoniu", recientemente publicado, les comento que mañana me acercaré a ver un concierto suyo en Denia.
Viernes 20 de agosto.

Llego a Denia antes de que comience la prueba de sonido. La explanada del castillo es un auditorio magnífico. El programa del mes de agosto ha traído a importantes músicos folk de Francia, Gran Bretaña y España. El de esta noche es el concierto de clausura.
Les trasmito los saludos de Quirós y les comento su deseo de seguir contando con "La Trova del Mineru" para el cierre de la película. El lunes he quedado con Juan Carlos Cuello en Madrid para hablar de diferentes melodías y de algo que él considera especialmente importante y que aún no tiene bien definido: el tono sonoro. Quiere tratar el tema con tranquilidad con Quirós. La música varía considerablemente si se trata de una comedia o un drama, o si es una historia a caballo entre ambas. La música no sólo realza los momentos precisos sino que también contribuye a la creación del sentimiento que pretende transmitir la imagen. Diez minutos antes de dar comienzo el concierto el lleno es total. El público acaba colgado de las murallas y las almenas. El volumen de extranjeros supera a los del país. He visto bastantes conciertos de la Asturiana Mining Company, pero ninguno como éste. Buen sonido. Músicos sueltos. Público entregado. La gaita de Alberto Varillas sonó mágica en una noche tan hermosa como ésta. Cuando interpretaron "La trova del mineru" el silencio se cortaba. Recordé a Antonio Resines entrando en Madrid. La ovación fue la más cerrada de la noche. Una suave balada abriéndose camino entre jotas, reels y muñeiras. La voz de Alberto se crece por momentos. El público los hizo salir dos veces y aún hubo aplausos para una tercera.

Sábado 21 de agosto.

Alicante es otra sucursal de Asturias en el Mediterráneo. LA NUEVA ESPAÑA se encuentra sin esfuerzo. El miércoles en la capital. El jueves en un kiosko de Benidorm. Ayer viernes en la calle principal de Denia. Hoy en un puesto frente a las casas de pescadores de La Vila Joiosa. Es normal, por todas partes hay gente de la tierra. El miércoles, en Alicante, un prejubilado de Tres Amigos que ya lleva tres años viviendo en Torrevieja. El jueves por la mañana el alcalde de Aller remojándose en La Vila Joiosa. El viernes una gente de Sama en el concierto. Hoy sábado me callo, la discreción obliga.


Domingo 22 de agosto.

Cuarenta y cinco grados marcaba a media tarde el termómetro del Arco de la Victoria de Madrid.
Felicito a Pedro Costa por su reciente paternidad. Me comenta que tiene intención de acercarse por Asturias para entrevistarse con el nuevo Consejero de Cultura. Le animo como una manera de olvidar la mala experiencia pasada con la anterior dirección de cultura, que ni siquiera llegó a recibirlo. Quedamos de vernos, pues, en septiembre.