Domingo
1 de agosto.
Me acerco a la Puerta del Sol a buscar LA NUEVA ESPAÑA. Es media mañana
y en el primer kiosko que pregunto está agotada. En el segundo consigo uno
de los dos ejemplares que quedan. José Antonio Quirós me comenta más tarde
que también tuvo que acercarse a Sol |
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al
estar agotada en Cuatro Caminos. A partir de mañana, en Murcia, me dedicaré
a dar una vuelta desde Santiago de la Ribera hasta Los Narejos, pedanía
de Los Alcázares, para conseguirla. Por el verano este sitio se convierte
en una sucursal del Caudal y del Nalón. Sorprendentemente no se consigue
la edición de Cuencas.
Lunes 2 de
agosto.
Primer día que tengo sensación absoluta de estar de vacaciones. Vuelta y
vuelta al sol. Por todas partes hay carteles anunciando el concierto de
Hevia el domingo en el Auditorio de San Javier. Quirós había quedado en
verse con él el sábado pasado. Cuando lo llamamos nos citó para media tarde
en Oviedo. Pensaba que seguíamos en Asturias. Hubo que trasladar el encuentro
para este miércoles. Quirós lleva tiempo interesado en una melodía de su
primer disco, el titulado simplemente Hevia, para emplear en las secuencias
de la subida al Payares.
Martes 3
de agosto.
Me llama Alicia Luna para preguntarme cómo se titula el artículo que saldrá
el próximo domingo y en el que cuento los últimos días del rodaje. Le digo
que La película por delante, en recuerdo de la película La vida por delante,
de la que tienen un fotograma en la pared de su Productora. Está cerrando
su dossier de prensa para hacérselo llegar a Pedro Costa. He podido comprobar
en estos dos días que la gente ha oído hablar de la película o ha leído
algún artículo sobre ella o ha visto algunas imágenes por televisión. Ayer,
el periódico La Verdad, de Murcia, traía un artículo sobre Resines en el
que se hacían varias referencias a su última interpretación como minero.
El artículo finalizaba diciendo que había concluido su rodaje en Asturias.
No se han enterado de la vueltas que llevamos dadas todo este último mes.
Miércoles 4 de agosto.
Hevia le enseñó a Quirós la melodía que tiene preparada para las secuencias
del Payares. Los dos coinciden en que se necesita remarcar con la música
el desgarro que supone partir de la tierra. El puerto simboliza una frontera.
Ambos conocen a la perfección ese sentimiento. Termino de ordenar las fotografías
del rodaje. Animo a Alicia y a Quirós a que se acerquen este fin de semana
por aquí. De este modo tendremos tiempo a comentar como va el montaje con
Fernando Pardo y la música en general con Juan Carlos Cuello. |
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Viernes
6 de agosto.
Han llegado Alicia, Quirós y Nicolás. Dedicamos la tarde a playa y la noche
a hablar más de proyectos que del rodaje pasado. A Nicolás lo veo bastante
recuperado de la paliza que han supuesto tantos días seguidos de rodaje. |
Comentamos
como a final de año van a coincidir en pantalla las dos películas en las
que él sale, ésta y Cuando vuelvas a mi lado, de Gracia Querejeta. Le muestro
a Alicia los dos kilos de fotografías del rodaje y el volumen de hojas que
componen las notas que he ido tomando y que integran lo que en algún momento
de estos artículos di en llamar el diario B. Pasa lo de siempre: quedan
más cosas en el tintero de las que pueden contarse. A veces sobran por reiterativas,
otras se guardan para mejor momento, algunas no podrán contarse nunca. En
fin, nada que no se sepa.
Sábado
7 de agosto.
Se calcula un proceso de montaje de cinco semanas, más el tiempo del corte
de negativo. La parte musical llevará entre tres y cuatro semanas, y las
mezclas una semana más. Calculan una duración de la película de cien minutos.
El rapport de la script, un cálculo aproximado que Margarita Fernández iba
echando a lo largo del rodaje, suma algo más de ciento veinte. Los metros
rodados rondan los veintidos mil. Después de un día completo de agua y arena,
dedicamos la sobremesa de la cena a hablar de montaje. Quirós me lo comenta
por medio de ejemplos. De una de las secuencias de Emma Penella en el cementerio
hay cuatro tomas. Las cuatro le gustan, pero se comprueba que existen algunas
mínimas diferencias de tono al hablar Emma entre una toma y otra. Comienza
entonces una labor de pegado para unificar los tonos. De unas tomas se coge
el sonido y de otras la imagen. Me dice también que han estado montando
el encadenamiento de la secuencia en que se canta el Santa Bárbara bendita
en el pozo Tres Amigos, con la secuencia en que un grupo canta en un bar
Borrachu m'acosté anoche. Los del bar están viendo por la televisión que
la policía saca de la iglesia de Ríoturbio a Eduardo Antuña, que llevaba
días encerrado como protesta. En la barra están Antonio Resines, Alfonso
Vallejo y Fran Sariego. El grupo de amigos del fondo sigue cantando sin
prestar excesiva atención a las imágenes. Se monta el juego de miradas entre
ambos grupos. Se crea una tensión y desemboca en bronca. Al final la canción
continúa sonando. El montaje es un compendio de detalles. En la mesa del
montador se piensa la película como producto final. Quirós habla de todo
el proceso con apasionamiento.
Domingo
8 de agosto.
Mientras comemos en Cabo Roig llamo a José Ángel Hevia. Acaba de aterrizar
en el aeropuerto de San Javier. Quedamos en vernos a las ocho, antes de
la prueba de sonido. Comento como buena parte de la transformación de un
país pasa por los cambios en la asociación de ideas que producen determinados
términos. Es lo que sucede con el nombre José Ángel. Hasta hace escasas
fechas decirlo era referir, sin necesidad de más explicaciones, a una persona
en concreto, a un sindicato y a una forma de sindicalismo. Hoy, para una
generación más joven, decir José Ángel es estar hablando de Hevia. Los tiempos
están cambiando. Asturias, según la música de su último disco, se ha convertido
en una tierra de nadie. No es cierto. Desde Murcia se comprueba que, entre
otras cosas, muy pocas, es la tierra de Hevia. Se van diluyendo las referencias
míticas: la losa de soportar ser la cuna de España o la vanguardia del proletariado.
Referencias que siguen siendo útiles para guiones cinematográficos. Los
escoceses lo saben muy bien. Han convertido a su Don Pelayo de andar por
casa en todo el éxito de Braveheart. Los irlandeses, y los vascos últimamente,
han encontrado su propio filón en el romanticismo terrorista. Hevia y Quirós
comentan algunos detalles de la música de la película. Como tienen que marcharse
para Madrid se pierden un concierto magnífico. Buen sonido y mejor público.
Una noche mágica que tuvo el detalle de depararnos unas gotas de orbayu
con la última canción. Aquí lo llaman relente. Podría decirse que se quedó
en algo más que rosada y algo menos que orpín. Apenas duró el tiempo de
la canción. Interpretó canciones que no había escuchado en otros conciertos
suyos. La titulada 2 de mayo, una antigua marcha militar antifrancesa, la
dedicó a los jóvenes guineanos que aparecieron muertos esta semana intentando
ganarse el paraíso. La magia de sus ritmos desborda la melodía.
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A las percusiones, dándole un color especial, se encuentra Tao Gutiérrez,
hermano de la directora de cine Chus Gutiérrez. Una noche única en la que
sólo eché de menos la voz de mi querida Mari Luz Cristóbal Caunedo y el
encanto del grupo Muyeres, con sus percusiones tradicionales y voces. Pero,
ya era pedir demasiado. |
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