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La banda sonora de los sueños rotos

2010 / 12 / 11 - El Comercio

La banda sonora de los sueños rotos

Hace veintiún años asistí a un concierto en Terme Catez, a poco más de media hora de Zagred, ya dentro de Eslovenia. Seguía siendo Yugoslavia y faltaban apenas unos meses para que todo empezase a cambiar. O, al menos, para que todo llegase a los grandes titulares de nuestros medios de comunicación.

El concierto era de rock. La música que sonaba en todas las emisoras yugoslavas de la época se resumía en el indie de The Smith, el undergound de época de Red Hot Chili Peppers, el trash metal de Metallica, el hard rock de Guns N’Roses y lo que fuera que ya de aquella venían haciendo Michael Jackson, Madonna y Prince.

Con todo, el rock que encontré en Terme Catez era algo más cercano: me recordaba la música que sonaba en una casete editada poco antes por un grupo de Avilés llamado Dixebra. Música que empleaba el lenguaje del rock para expresar su radicalismo, su postura antisistema, su defensa de la grie-ska. Música que en Asturies recordaba a la que sonaba en el País Vasco y que en Eslovenia me recordaba la que escuchaba en Asturies.

Este mes pasado tuvo lugar en el Auditorio de As Quintas, en la capital de El Franco, A Caridá, un concierto de presentación del disco Conceyo de Cantares. En él, al lado de voces tradicionales como las de Francisco de Rozadas cantando la mariñana “A fiya d’Antón” y Elena Mera Alonso con el “Cantar del Rosco de Bodas”, encontramos un amplio abanico de propuestas rock, folk rock y de todas las tendencias que van desde el uno al otro.

Al final, cuando escucho un disco como éste me doy cuenta que en el presente de la música asturiana apenas existen dos tendencias claramente definidas: la de la tonada asturiana, con todas sus variantes, y la de los herederos de Dixebra, un lugar común al que se han ido sumando sonidos folk, rock, electrónicos, word y todos los adjetivos posibles por los que fue transitando la música radical de estos últimos veinticinco años. El folk y el pop llevan tiempo bajo mínimos y apenas cuentan sus propuestas.

Esta influencia de Dixebra en la música asturiana del presente, poco estudiada, vuelve a ponerse de manifiesto este mes de diciembre de 2010 con la presentación de los trabajos discográficos de Misiva, Fala Non Caduca y Skama la Rede.

Tengo dos discos más de Skama la Rede, además de éste, Ye too mentira. Nacen en el 2003, pero ya cuentan por ello con una amplia trayectoria. Son los más genuinos representantes del ska-punk y su presencia es requerida constantemente en todo tipo de festivales y nueches celtes. El presente trabajo sigue en su línea: música cañera para gente con ganas de saltar hasta las tantas. Un gran trabajo a nivel de sonido.

Tiempu de povisa es el título del primer trabajo de Fala Non Caduca, también en la línea musical de la propuesta anterior, explorando caminos entre el ska y el reggae. También, en la línea de Dixebra, de Skama la Rede y de todos los grupos de este movimiento, empleando de manera militante la llingua asturiana como vehículo de expresión.

Y, en este sentido, dejo para el final el cedé de Misiva, doble, con un cedé en asturiano y otro en castellano: radicalismo bilingüe o punk para salir adelante gracias a una subvención. La necesidad obliga a atacar el sistema desde dentro del sistema.

He vuelto con frecuencia a la Eslovenia independiente que reivindicaban las canciones de aquellos grupos en Terme Catez. Ya no queda nada de ellos en la música que actualmente suena por las emisoras. De ahí que, la de aquí, acabe sonando a una especie de banda sonora de los sueños rotos. El caldo de cultivo ideal para esta música.




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