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Hay una línea trazada

2010 / 10 / 30 - El Comercio

Hay una línea trazada

El pasado fin de semana y éste en el que estamos tuvieron lugar las dos grandes finales de la primera edición del Concursu d’Asturianaes “Comarca de la Sidra”. Siempre es una buena noticia el nacimiento de un nuevo punto de encuentro para todos los aficionados de nuestro género vocal más identificativo. Sobre manera cuando se articula sobre un territorio que dio algunos de los nombres más grandes del género, como Josefina Fernández o Purificación Rivas, “La Pichona”, o como El Gaiteru Llibardón o José Noriega.

Las bases de este concurso estipularon que las fases eliminatorias tuvieran lugar, cada una de ellas, en los concejos de Nava, Colunga, Bimenes, Cabranes y Sariego, y las dos finales se desarrollaran en el Teatro Riera de Villaviciosa. Esta característica hace que el concurso sea único en su género, ya que todos los demás que tienen lugar en Asturies se llevan a cabo en un único lugar. El propósito de éste no es otro que el de articular un territorio alrededor de su concepto de comarca.

De este modo, con un amplio programa de actividad y un enorme éxito de participación, el Concursu d’Asturianaes “Comarca de la Sidra” se mete directamente en la primera división de los concursos de canción asturiana que se desarrollan a lo largo del año por toda Asturies, al lado del Ciudad de Oviedo, del Comarca del Caudal y de los de Gijón, Avilés, La Nueva de Llangréu y L’Entregu.

A la primera de las finales llegaron las voces de Fernando Entrialgo, José María García, María Sánchez Blanco, Manuel Roza, Celestino Rozada, María Teresa González Soto, José García, Juan José Martínez, María José García y Andrés Cueli. A la segunda la de Álvaro Fernández Conde, Faustino Braña, Laudelina Hortal, Eloy López Cuello, José Manuel Robledo, Lorena Corripio, Jorge Tuya, José Antonio González, Marisa Valle Roso y Juan Robledo.

En este grupo de veinte voces encontramos a varios de los grandes campeones de los últimos años, lo que demuestra el nivel de competición con que se encontraron los espectadores y los miembros del jurado en esta primera edición. Nombres como los de María Sánchez, Celestino Rozada, María José García, José Manuel Robledo, Lorena Corripio, Jorge Tuya o Marisa Valle Roso, tienen un palmarés personal tan impresionante que suman en conjunto el mayor número de primeros premios en diferentes concursos de los últimos diez años.

Este concurso viene a cubrir un hueco en el otoño en el que todavía no han comenzado los grandes concursos como el Ciudad de Oviedo o el Cuenca del Caudal y, por ello, dentro del nuevo curso, es el que sirve de arranque y puede marcar en cierto modo la pauta de cómo se encuentran las grandes voces.

José Noriega, nacido en El Bustu, Villaviciosa, y fue una de las grandes voces de mediados de siglo XX. Una de sus tonadas más emblemáticas fue “Hay una línea trazada”, que continúa escuchándose en todos los grandes concursos de tonada porque sigue siendo un modelo de referencia para todos los intérpretes. Como también lo fueron sus versiones de “Tengo de cortar un roble”, “Playina la de Xixón” o, la más apropiada para el concurso del que estamos hablando, “Muncho me gusta la sidra”.

Sobre esa línea trazada a primeros de siglo por voces como la del Gaiteru Llibardón, la canción asturiana acabó convirtiéndose en una de las señas de identidad más reconocible de nuestra música. El número de intérpretes, de concursos, de festivales y, en estos últimos años, de profesores impartiendo los fundamentos del género desde las Escuelas de Música, permiten que pueda decirse que la tonada es un género con más futuro que pasado.




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